“Hogar del Empleado”
La colonia de Lourdes situada en la zona oeste de El Batán y es por su construcción y dimensiones la más importante del barrio. Colonia construida en un conjunto de parcelas áridas y próximas a la Casa de Campo. El inicio del proyecto de construcción de viviendas en la zona oeste de El Batán, se establece con el decreto de marzo de 1953 y ratificado en diciembre del mismo año por el que se autorizan a las empresas de Madrid la construcción de viviendas a través de la Constructora Benéfica “Hogar del Empleado”. Y el día 2 de abril de 1954 por un decreto se enajenan dos parcelas propiedad de Urbanismo a la entidad benéfica “Hogar del Empleado”. Ya con el terreno concedido y dadas las características, se busca un proyecto ambicioso pero a la vez asequible, ya que las viviendas van dirigidas a las clases populares.
El proyecto lo llevan a cabo los propios arquitectos de la Oficina Técnica del “Hogar del Empleado” que son nada más y nada menos que: Francisco Javier Sáenz de Oiza (premio Príncipe de Asturias de las Artes año 1993), José Luis de Romany Aranda y Manuel Sierra Nava, precursores entonces de los nuevos conceptos de la vivienda mínima. Hicieron un proyecto con la idea de crear una pequeña unidad de barrio (cinco mil habitantes) en estos terrenos situados entre la Casa de Campo y la carretera de Extremadura, a unos cinco kilómetros del centro de la capital. Y próximos al lugar histórico de las Ventas del Alcorcón y en los mismos terrenos donde estuvo la célebre puerta de la Casa de Campo de las Ventas, posteriormente nombrada como puerta de El Batán. Según los autores del proyecto, este se orientaba bajo los principios de un urbanismo racional, orgánico, en forma de grandes manzanas con estructuración hacia un interior, que haría las veces de espacio central de comunidad o centro cívico. El proyecto fue promovido como ya dije por la constructora Benéfica Hogar del Empleado y la construcción de los primeros bloques próximos a la carretera de Extremadura se los dio a la constructora “Asturiana”. Las obras se extendieron con algunos problemas desde 1953 hasta 1961. Una primera fase estuvo conformada por setecientas cincuenta y dos viviendas protegidas, además de la iglesia, escuela y tiendas anexas. Debido a las dificultades del terreno, ya que en alguna parcela se habían extraído tierra para la fabricación de ladrillos, la organización de la manzana se realizó a través de un itinerario rodado exclusivamente perimetral y con pequeñas vías secundarias en su interior siguiendo la trayectoria de los terrenos dadas las carestías de los desmontes. En la manzana se distinguen dos zonas: el centro cívico que acoge las funciones religiosas, comercial y cultural, que se resuelve con plazas enteramente reservadas para peatones, y la zona de habitación bordeada de espacios verdes y con fáciles comunicaciones interiores. Las viviendas son de cuatro, cinco y doce plantas teniendo en cuenta su distinto emplazamiento “condicionado en lo general por la arteria principal y las vistas a la Casa de Campo”. En una segunda fase, se construyeron doscientos ochenta y cuatro viviendas, quedado completado el barrio en una tercera fase en la que se edificaron ochenta y cuatro viviendas más. En años posteriores quedó completamente ocupada esta zona con la edificación de una de las fases de la Colonia del Montepío de Comercio similar a la que se construyó más al este hacia Madrid.
